Continuando con las “herramientas” más adecuadas para el aprendizaje de la resilencia y que ésta nos sea el resultado de nuestro cambio hacia la superación y bienestar, a pesar de la circunstancia que supone la enfermedad renal crónica, podemos decir que las personas resilentes

Confían en sus capacidades.

Aquellos que tienen confianza en sí mismos y son conscientes de lo que son capaces de hacer y dónde están sus límites, son conscientes de su potencial y de lo que son capaces de hacer.

Pero no por mera confianza en una autoestima vanidosa y falsa, sino porque tienen objetivos claros, concretos y no los pierden de vista, luchando y manteniendo la ilusión y la fuerza en ellos con la seguridad de que los pueden lograr.

Y, a pesar de su confianza en sí mismos, reconocen y saben de la importancia y el valor de trabajar en equipo haciendo algo muy importante e interesante para todos en la vida: no encerrarse en sí mismas por más que estén seguras y confiadas; y conocen el valor de salir de sí mismos y la necesidad de pedir ayuda cuando se precisa. Ésta última idea es vital para salir airoso de cualquier empresa. Máxime de una como la enfermedad renal crónica donde la máxima “todos nos necesitamos” se hace más real que nunca.

Ignacio Gracia